¡Hola, soy Koba!
Mi humana dice que soy una cachorrita de labrador.
Mi humana dice que soy una cachorrita de labrador.
Yo no sé qué es eso pero creo que quiere decir que soy muy guapa.
Llegué a casa de mi humana Ángela cuando tenía solo 3 meses, al principio no sabía muy bien qué estaba pasando y estaba desorientada pero poco a poco he entendido que iba a ser muy querida y ahora soy muy feliz.
Yo no sé qué es eso pero creo que quiere decir que soy muy guapa.
Llegué a casa de mi humana Ángela cuando tenía solo 3 meses, al principio no sabía muy bien qué estaba pasando y estaba desorientada pero poco a poco he entendido que iba a ser muy querida y ahora soy muy feliz.
Resulta que mi humana se dedica a ayudar a niños, adolescentes y adultos y desde que me enseñó su trabajo…¡Quise estar allí todos los días!
Estaba feliz rodeada de gente que me mimaba y me decía lo bonita que era. Y es que soy un poco presumida. Ella me ha enseñado muchas cosas sobre su trabajo y, aunque todavía soy pequeña (¡pero creceré mucho más!), ya me encanta poder ayudar.
Mi humana dice que se me dan especialmente bien los niños, porque yo soy también uno de ellos. Y por que tenemos muuuuuuucho en común.
Los niños que vienen a verme a veces tienen miedos, son un poco tímidos, se pasan de energía o no saben controlar sus ladridos… digoooo… sus gritos. A mi me pasa lo mismo. Por que además de cariñosa, muy mimosa y un poco trasto… soy un poco tímida y a veces tengo miedo.
A veces me asusto un poco con los ladridos de otros perros, me pongo nerviosa, pero estoy trabajando mucho para superar esos miedos, como muchos de los niños que ayudo. ¡Ellos me entienden perfectamente porque, al igual que ellos, estoy aprendiendo a ser más valiente cada día! Esto me hace sentir muy conectada con ellos, y me encanta poder ofrecerles todo el amor y apoyo que puedo dar.
Me gusta mucho explorar y jugar. Aunque a veces me cuesta arrancar y me da pereza salir, cuando lo hago no dejo de olisquearlo y lamerlo todo ¡El mundo es tan divertido! Pero hay dos cosas que me ENCANTA hacer. Una de ellas es robar cosas que no son mías… ¡ups! Me gusta poner cara de pillina y que mi humana me persiga intentando atraparlas. ¡Así la ayudo a hacer ejercicio! Pero lo que más me gusta en el mundo, lo que realmente me vuelve loca, es LA COMIDA. Si alguna vez me ves mirando con ojos brillantes, ¡ya sabrás por qué!
Estoy muy emocionada de ser parte de las terapias y de poder acompañar a tantas personas.
¡Nos vamos a divertir mucho juntos!
Si aun no conoces los beneficios de la terapia con animales...
Puedes leer estos artículos: