Qué es el niño interior y cómo cuidarlo.

niño en un bosque

índice

Los últimos años, desde la psicología, se habla mucho de la niña o el niño interior. Todos y cada uno de nosotros llevamos dentro ese niño interior y a veces, aunque seamos adultos, aparece. Puede aparecer en la forma herida o en la forma sana. ¿Sabes qué es esto del niño interior? Conócelo en este artículo.

¿Qué es tu niño interior?

Nuestro niño interior es una parte de nosotros que aparece en forma de reacciones emocionales automáticas, pensamientos, conductas… y que es el resultado de todo lo que hemos vivido en infancia y adolescencia.

Nuestro niño interior tiene una parte saludable y espontánea: juega, ríe, se divierte, encuentra soluciones creativas para problemas, disfruta…

Sin embargo, también hay una parte de este niño interior que es consecuencia de haber vivido momentos en la infancia de dolor emocional, abandono, violencia (activa o pasiva), negación de nuestras necesidades, falta de mirada, falta de conexión emocional…

Cuando no hemos podido resolver estas pequeñas o grandes heridas que ocurrieron en nuestra infancia y que todas y todos tenemos, se genera una parte infantil herida que aparecerá a lo largo de la vida, no importa la edad cronológica.

¿Cómo sé que está en mí?

Podemos saber si ese niño interior está ahí y aparece por cómo nos comportamos y por cómo nos sentimos. Cuando tenemos reacciones emocionales, pensamientos o comportamientos automáticos, que no sabemos de dónde vienen, de una intensidad desproporcionada a la situación que estamos viviendo, etc. es porque la que está activada dentro de nosotros no es el adulto que somos hoy sino la parte herida de nuestro niño.

También podemos identificar ese niño cuando estamos actuando desde creencias, herramientas o formas de enfrentamiento infantiles que podemos reconocer en nosotros a lo largo del tiempo.

Algunas sensaciones o reacciones que te indican la presencia de tu niño interior herido pueden ser:

  • Inseguridades
  • Dudas
  • Incapacidad de tomar decisiones
  • Miedo al abandono
  • Dependencia emocional
  • Agresividad (hacia mi misma o hacia otros)
  • Falta de autoestima
  • Falta de asertividad

¿Cuándo aparece el niño interior en el presente?

El niño interior herido aparece cuando lo que ocurre en el presente activa las vivencias y experiencias emocionales difíciles de nuestra infancia. Estas experiencias se han quedado congeladas en redes neuronales aisladas que nuestro cerebro lucha por liberar. ¿Cómo? Repitiendo una y otra vez aquello que dolió y no pudo resolverse con la esperanza de que esta vez tenga un resultado diferente. Es decir, cuando aparece en el presente una situación que se parece de alguna forma a lo que hirió en el pasado, nuestro cerebro echa mano de estas redes neuronales congeladas y nos lleva a sentir, pensar y actuar como ese niño que fuimos, no como el adulto que somos ahora. El problema es que todo esto opera a un nivel inconsciente, no podemos poner palabras a todo esto porque lo desconocemos.

Aquello que no podemos nombrar no podemos sanar.

Para sanar aquello que nos ocurrió para que no nos influya en el presente y podamos regularlo cuando vuelva a aparecer, lo primero que tenemos que hacer es TOMAR CONCIENCIA de lo que ocurrió realmente en nuestras etapas infantiles desde el punto de vista de una niña, ya que a veces tendemos a racionalizar, minimizar, negar lo que ocurrió…

¿Y qué hago con ese niño interior?

Una vez que le conocemos y sabemos más de nuestro niño/a interior es importante que empecemos a cuidarlos, validarlos, comprenderlos y satisfacer como adultos sus necesidades.

Aquí puedes leer algunos pasos para hacerlo:

Contacta con él/ella.

Ten presente que ese niño/a está y estará siempre en ti. Puede que sane, que se transforme en el proceso de cuidarle y conocerle, pero siempre se expresará dentro de ti. Es por ello que es fundamental que estés en contacto con él/ella.

Al inicio será más complicado, pero después saldrá solo. Prueba en un primer momento guardar un tiempo y un espacio para él/ella. Puedes ir a un lugar cómodo y tranquilo donde nadie te vaya a molestar e imaginártele dentro de ti. Ponle rostro, cuerpo, vestimenta. Ponle también una expresión en la cara, una actitud corporal, ¿cómo es ese niño/a? ¿qué es lo que siente? ¿cómo lo expresa? ¿qué miedos tiene? ¿qué es lo que la conforta?

Conoce su historia para entenderla mejor.

Como ya se ha dicho alguna vez:

Conocer tu historia es el punto de partida para conocerte a ti mismo, que al mismo tiempo te ayuda a saber qué necesitas y cómo dártelo.

Cada una de nuestros niños/as interiores tiene una historia diferente. Ha crecido en lugares, momentos temporales y con personas diferentes. La han tratado de formas dispares, se han comportado con ella de distintas maneras. Esto quiere decir que cada una tendrá unas necesidades sin cubrir, unas heridas o unas fortalezas diferentes.

Conocer nuestra historia nos permite saber qué es lo que no hubo en ella y que nos faltó y que es lo que hubo que sobraba, que no tendríamos que haber vivido, de esta forma conoceremos cuáles pueden ser las heridas (rechazo, abandono, humillación, falta de presencia…).

Detecta qué es lo que pide y cómo lo pide.

Este niño/a interior arrastra estas necesidades no cubiertas toda nuestra vida, hasta que decidimos sanarla. Por lo tanto, pide aquello que le faltó o que necesita de formas diferentes. Date cuenta de qué es eso que REALMENTE necesita. Para ello necesitamos estar en verdadero contacto con nuestro interior, sabiendo que desde lo que realmente pedimos a lo que necesitamos puede haber un abismo.

No siempre pedimos lo que REALMENTE necesitamos. Muchas veces DESPLAZAMOS lo que necesitamos hacia otro lugar, es decir, pedimos algo cuando realmente necesitamos otra cosa.  

Lo que normalmente necesitamos del otro no es que haga esto o lo otro, suele ser mirada, escucha, reconocimiento, compañía…

Además de saber qué necesitamos es muy interesante darnos cuenta de cómo lo pedimos. ¿Lo hacemos de forma desplazada? ¿Tengo reacciones automáticas de rabia? ¿Me pongo muy triste para pedirlo? ¿Castigo al otro para que sepa que tiene que darme algo?

Acéptale y trátale bien.

Es muy frecuente rechazar, criticar y castigar esta parte más infantil, dolida y vulnerable de nosotras. Tendemos a rechazas aquello que sentimos que nos hace “débiles” como es el dolor, el sufrimiento y las propias necesidades. Lo que no sabemos es que cuanto más la rechacemos e intentemos negarla más volverá a nosotras con fuerza en forma de síntomas emocionales, físicos y conductuales.

La respuesta está en integrarle como una parte más de nosotras y para ello tenemos que aceptarle tal y como es y empezar a tratarla como la valiosa parte de mi misma que es.

Solo aquello que aceptamos y nombramos podemos transformarlo. Lo que negamos e intentamos empujar fuera vuelve constantemente en forma de síntomas.   

Ayúdale a sanar

Nadie quiere acercarse a alguien dañado, es natural querernos rodear de salud. Es por ello que para integrar a este niño/a dentro de nosotras tendremos que empezar a sanarla de forma que podamos sostenerla cerca de nosotras.

El primer paso para ayudarla a sanar ya lo hicimos, comienza por reconocer que está ahí, aceptarle y empezar a tratarle bien. Sanar también implica quiere entenderla y darla nosotras mismas lo que él/ella necesita. Además, sanar es darle permisos de que haga/sea/sienta aquello que no le fue permitido:

Puedes ser tu misma/o.

Estás segura/o.

Puedes estar bien.

Puedes sentir y expresar emociones.

Puedes disfrutar.

Puedes crecer y comprometerte.

Puedes tener éxito.

Puedes hacer que las cosas sucedan.

Puedes pertenecer a tu pareja y a tu familia.

Puedes estar cerca, intimar, amar.

Puedes estar sano/a y bien.

Puedes pensar claro y tomar decisiones.

Puedes sentir y expresar sanamente tus emociones.

Puedes construir tu vida y vivir incondicionalmente.

Ebook

Vive en calma interior

Entiende a través de este ebook qué es lo que te ancla en emociones desagradables y patrones de conducta y pensamientos negativos. Descubre nuevas herramientas que te permitan lidiar con todo ello y encuentra la forma de vivir en calma interior.

También te gustarán...